Como buena madre de dos, más si son del mismo sexo, siempre estoy tratando de ahorrar costes a base de compartir: ropa, juguetes... Y habitación.
Esa fue la idea inicial. Tiramos un tabique para incorporar una terraza al dormitorio de la mayor, creando una especie de salón de baile infinito de cerca de 20 metros cuadrados. Y todo fue bonito y digno del mejor reportaje de AD hasta que un buen día, allá por los 6 meses de la pequeña, ella misma decidió dejar de dormir del tirón para pasar a despertarse 3, 4 y hasta 8 veces en una misma noche.
Arrastramos nuestras ojeras durante meses hasta darnos cuenta de que la mayor, se dormía de pie allá donde la dejaban. Y vuelta a empezar. La pequeña abandonó el salón de baile y pasó a instalarse en una suite para ella solita. Que lista, la tía.
En fin, desde entonces sueño con volver a dormir. Confieso que cada vez veo un poco más cerca el momento de volver a su lugar de origen, un dormitorio compartido con su hermana.
Mientras me decido a enseñarlo algún día, me quedo con este bonito dormitorio vintage, romántico y cálido de dos hermanas, Ivy y Marlow que, está claro, duermen como dos angelitos en su casa de Londres.
Via
Esa fue la idea inicial. Tiramos un tabique para incorporar una terraza al dormitorio de la mayor, creando una especie de salón de baile infinito de cerca de 20 metros cuadrados. Y todo fue bonito y digno del mejor reportaje de AD hasta que un buen día, allá por los 6 meses de la pequeña, ella misma decidió dejar de dormir del tirón para pasar a despertarse 3, 4 y hasta 8 veces en una misma noche.
Arrastramos nuestras ojeras durante meses hasta darnos cuenta de que la mayor, se dormía de pie allá donde la dejaban. Y vuelta a empezar. La pequeña abandonó el salón de baile y pasó a instalarse en una suite para ella solita. Que lista, la tía.
En fin, desde entonces sueño con volver a dormir. Confieso que cada vez veo un poco más cerca el momento de volver a su lugar de origen, un dormitorio compartido con su hermana.
Mientras me decido a enseñarlo algún día, me quedo con este bonito dormitorio vintage, romántico y cálido de dos hermanas, Ivy y Marlow que, está claro, duermen como dos angelitos en su casa de Londres.
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